35 | Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: |
36 | Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? |
37 | Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. |
38 | Este es el primero y grande mandamiento. |
39 | Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. |
40 | De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. |
| 28 | Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? |
29 | Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. |
30 | Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. |
31 | Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. |
32 | Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él; |
33 | y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios. |
34 | Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle. |
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