Mensajeros de Juan el Bautista


 
Mateo 11:1–19Lucas 7:18–35
1Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a predicar en las ciudades de ellos.
2Y al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos,
3para preguntarle: ¿Eres aquel que había de venir, o esperaremos a otro?
4Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis.
5Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio;
6y bienaventurado es el que no halle tropiezo en .
7Mientras ellos se iban, comenzó Jesús a decir de Juan a la gente: ¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?
8O qué salisteis a ver? ¿A un hombre cubierto de vestiduras delicadas? He aquí, los que llevan vestiduras delicadas, en las casas de los reyes están.
9Pero ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? , os digo, y más que profeta.
10Porque éste es de quien está escrito:
He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz,
El cual preparará tu camino delante de ti.
11De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él.
12Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.
13Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan.
14Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir.
15El que tiene oídos para oír, oiga.
16Mas ¿a qué compararé esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, y dan voces a sus compañeros,
17diciendo: Os tocamos flauta, y no bailasteis; os endechamos, y no lamentasteis.
18Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: Demonio tiene.
19Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Pero la sabiduría es justificada por sus hijos.
18Los discípulos de Juan le dieron las nuevas de todas estas cosas. Y llamó Juan a dos de sus discípulos,
19y los envió a Jesús, para preguntarle: ¿Eres el que había de venir, o esperaremos a otro?
20Cuando, pues, los hombres vinieron a él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, para preguntarte: ¿Eres el que había de venir, o esperaremos a otro?
21En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista.
22Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio;
23y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en .
24Cuando se fueron los mensajeros de Juan, comenzó a decir de Juan a la gente: ¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?
25Mas ¿qué salisteis a ver? ¿A un hombre cubierto de vestiduras delicadas? He aquí, los que tienen vestidura preciosa y viven en deleites, en los palacios de los reyes están.
26Mas ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? , os digo, y más que profeta.
27Este es de quien está escrito:
He aquí, envío mi mensajero delante de tu faz,
El cual preparará tu camino delante de ti.
28Os digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él.
29Y todo el pueblo y los publicanos, cuando lo oyeron, justificaron a Dios, bautizándose con el bautismo de Juan.
30Mas los fariseos y los intérpretes de la ley desecharon los designios de Dios respecto de mismos, no siendo bautizados por Juan.
31Y dijo el Señor: ¿A qué, pues, compararé los hombres de esta generación, y a qué son semejantes?
32Semejantes son a los muchachos sentados en la plaza, que dan voces unos a otros y dicen: Os tocamos flauta, y no bailasteis; os endechamos, y no llorasteis.
33Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan ni bebía vino, y decís: Demonio tiene.
34Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y decís: Este es un hombre comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores.
35Mas la sabiduría es justificada por todos sus hijos.