Salmo 35


 
 1 oh Jehová, Disputa,
con los que contienden;
contra
Pelea
contra los que me combaten.
 2 Se lisonjea, por tanto,
en sus propios ojos,
De que su iniquidad no será hallada
y
aborrecida.
 3 Las palabras
de su boca son iniquidad
y
fraude;
Ha dejado
de ser cuerdo
y
de hacer el bien.
 4 Medita maldad
sobre su cama;
Está
en camino no bueno,
El mal no aborrece.
 5 Jehová,
hasta los cielos llega tu misericordia,
Y
tu fidelidad alcanza
hasta las nubes.
 6 Tu justicia es como los montes
de Dios,
Tus juicios,
abismo grande.
Oh Jehová, conservas.
al hombre
y
al animal
¡ 7 Cuán preciosa,
oh Dios, es tu misericordia!
Por eso los hijos
de los hombres se amparan
bajo la sombra
de tus alas.
 8 Serán completamente saciados
de la grosura
de tu casa,
Y
los abrevarás
del torrente
de tus delicias.
 9 Porque
contigo está el manantial
de la vida;
veremos la luz.
En tu luz
 10 Extiende tu misericordia
a los que te conocen,
Y
tu justicia
a los rectos
de corazón.
 11 No venga pie
de soberbia
contra ,
Y
mano
de impíos no me mueva.
 12 Allí cayeron los hacedores
de iniquidad;
Fueron derribados,
y
no podrán levantarse.
 13 Pero yo,
cuando ellos enfermaron,
me vestí
de cilicio;
Afligí mi alma,
con ayuno
Y
mi oración se volvía
a mi seno.
 14 Como
por mi compañero,
como
por mi hermano andaba;
Como
el que trae luto
por madre,
enlutado me humillaba.
 15 Pero
ellos se alegraron
en mi adversidad,
y
se juntaron;
gentes despreciables, Se juntaron
contra
y
yo no lo entendía;
Me despedazaban
sin descanso;
 16 Como
lisonjeros,
escarnecedores
y
truhanes, Crujieron
contra sus dientes.
 17 Señor,
¿hasta cuándo verás esto?
Rescata mi alma
de sus destrucciones,
mi vida
de los leones.
 18 Te confesaré en grande congregación;
Te alabaré
entre numeroso pueblo.
 19 No se alegren
de
los que
sin causa son mis enemigos,
Ni los que me aborrecen
sin causa guiñen el ojo.
 20 Porque
no hablan paz;
Y
piensan palabras engañosas.
contra los mansos
de la tierra
 21 Ensancharon
contra su boca;
Dijeron:
¡Ea, ea,
nuestros ojos lo han visto!
 22  lo has visto, oh Jehová;
no calles;
Señor, no te alejes
de .
 23 Muévete
y
despierta
para hacerme justicia,
Dios mío
y
Señor mío,
para defender mi causa.
 24 Júzgame conforme
a tu justicia,
Jehová
Dios mío,
Y
no se alegren
de .
 25 No digan
en su corazón:
¡Ea, alma nuestra!
No digan:
¡Le hemos devorado!
 26 Sean avergonzados
y
confundidos
a una
los que se alegran;
de mi mal
Vístanse
de vergüenza
y
de confusión
los que se engrandecen
contra .
 27 Canten
y
alégrense
los que están
a favor de mi justa causa,
Y
digan siempre:
Jehová, Sea exaltado
Que
ama la paz
de su siervo.
 28 Y
mi lengua hablará
de tu justicia
Y
de tu alabanza
todo el día.